Quisiera vivir en un sueño de libertad permanente pero la realidad se parece más a una pesadilla interminable
Me puedo reconocer en esas personas que ante la desídia y la falta de esperanza se dejan llevar por las servidumbres de aquellos que venden una realidad mágica.
El otoño llego más caliente que nunca, la sociedad pide cambio, pide auxilio, quiere salir del atolladero en la que unos pocos desalmados nos han metido, reclama ese poder que se le suponía y que impunemente se le arrebató.
La libertad dejo de volar, las jaulas del derecho se encargaron de privarle de sus alas.
Ese derecho que algún día fue fiel aliado en el camino de paz y solidaridad de las personas se ha convertido en el peor enemigo para su libertad, en un carcelario de las ideas y los pensamientos libres. Si bien es cierto que no hay democracia sin estado de derecho sin leyes, también lo es, que los valores de la democracia no tienen sentido cuando se ven coaccionados y limitados al inexorable cumplimiento de la ley.
El pueblo es el que tiene la última palabra claro, pero todo el pueblo y no sólo una parte,afortunadamente aún tenemos un poder entre las manos que no nos arrebatarán, la posibilidad mágica del diálogo, desde aquí apelo a la sana confrontación de ideas, al respeto a la diferencia a la Democracia en mayúsculas,llegó el momento de la política en la calle, en las escuelas, en el trabajo en todos los ámbitos. Esto no lo arreglamos con ellos, ya se ha visto, en nuestro compromiso activo está la mejor respuesta, compañeros y compañeras llego el momento de mover ficha de organizarnos para promover vias de diálogo y llegar a soluciones lo más justas democráticas y libres posibles. Recordad que las leyes no nos priven nuestro derecho a volar!!!.